Sabemos que el ritmo de vida actual impide tener los pequeños detalles de grooming al día -como el perfecto estado de nuestra barba-, pero si sabes cómo cuidarla, no te tomará mucho tiempo.
Por supuesto esto depende de la cantidad de vello, grosor del mismo y zonas pobladas de cada hombre, pero todos compartimos unos patrones de cuidado común…
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1. El primer paso será dejarla crecer lo suficiente como para poder jugar con ella y moldearla a nuestra manera, por lo que no desesperes cuando en un inicio te digan que tu look parece desaliñado o peor, callejero.
2. ¿Más tarde? El recorte. Se hace con unas tijeras y un peine de punta fina, con el que la precisión será exacta y evitarás recortes innecesarios. Las partes más rasuradas serán eliminadas con una cuchilla (atento y cuidado en esta parte).
3. En este punto tenemos que tener en cuenta que la sensibilidad de la piel facial es especialmente delicada, por lo que lo recomendable es aplicar un bálsamo antes y después del rasurado y perfilado con cuchilla. Asimismo, no olvides untarte el mismo shampoo que usas para el pelo en el vello facial en tu ducha diaria, ya que el gel puede resecar la tez.
4. Finalmente, una vez puestos a perfilar, lo mejor es hacerlo desde el exterior hacia el interior, es decir, desde las patillas hasta la barbilla. Mientras que con el bigote haremos la fórmula contraria: de dentro hacia afuera, dejando para lo último el cuello y su forma.
Y la pregunta del millón, ¿cada cuánto debemos de cuidarla? Lo recomendable es semanalmente o como mucho cada 10 días. Así las cosas, si este proceso te resulta tedioso, complicado o demasiado minucioso, visita a tu barbero te preferencia y el puede ayudarte a destacar con tu vello facial.
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